Es posible que sea ya como Bette y no me haya dado cuenta hasta ahora. Se me ha tenido que poner delante el blog de
pobreniñopijo, quien se ha dedicado a analizar a los personajes de The L Word desde el punto de vista de algo que se llama
eneagrama y quien ha hecho que sufra uno de los mayores shocks de mi vida
Al parecer eso del
eneagrama es un sistema de análisis de los tipos de personalidad inventado por los sufíes y que, a día de hoy, hay gente que todavía se toma en serio. Este pobreniñopijo dice que Bette es lo que el eneagrama denominaría un
tres social, lo que significa que es una persona
eficiente, atractiva, simpática, con gran habilidad social, muy segura de sí misma por fuera pero insegura por dentro, optimista, exigente y asertiva.
Hasta ahí pues he de decir que sí, que yo soy eficiente -a decir verdad soy capaz de sacar el trabajo de toda una tarde en un pimpampum-, también soy simpática -irónica y capaz de hacer chascarrillos varios sobre todo, la prueba es este blog-, además soy segura, exigente -conmigo y con los demás, y si no que se lo pregunten a mis becarios-, optimista -sé que la lotería tocará algún día-, asertiva -sí que lo soy- y competitiva -¿para qué jugar al pádel sino para machacar al que está enfrente?-.
Eso es lo positivo, vale. Hasta ahí todo correcto, porque lo cierto es que, con el rollito del eneagrama ese pobreniñopijo, acaba poniendo a Bette -y quizás también a mí, y yo sin saberlo- de vuelta y media. Resulta que los tres sociales esos también son "falsos, con una personalidad que oscila entre la frialdad y la calidez, mordaces, distantes, controladores, frívolos, materialistas y adictos al trabajo y vanidosos", cuenta. ¿Es en realidad así mi Bette? ¿Realmente eso es lo que oculta su inmaculada sonrisa y quizás la mía, que no es inmanculada pero sí que es sonrisa al fin y al cabo?
Me niego a pensar que ambas seamos así. Hombre, me gusta tener cosas buenas, ¿a quién no?, y si hay que pagar por ellas, pues qué le vamos a hacer. Y en cuanto a la adicción al trabajo, pues de aire no vive el hombre -en este caso la mujer independiente y que tienen que buscarse la vida por sí misma- y lo cierto es que en un trabajo como el mío requiere, para ser hecho bien, una dedicación plena, tener todo el día el móvil encendido y... Los puntos suspensivos son porque estoy empezando a asustarme. Quizás sí que me parezco a Bette más de lo que creo, aunque no posea su porte, su saber estar y todavía no me llegue para comprarme el Saab descapotable.
* Incluyo el link a otra página que he hallado en la que vienen fotografías de bastantes tres famosos. En esta web también aparece qué número sería Tina, la malograda Dana y Kit.